Opinión | Israel Josué.- Como es habitual en nuestra provincia el mes de noviembre tiene un protagonista, y no es otro que laboralmente hablando el comienzo oficial de la campaña de la recogida de la aceituna, más o menos durante los próximos tres meses los pueblos se inunda de tajo para recoger el oro líquido ese del que tanto podemos presumir al ser el mejor del mundo.
Pero no estoy aquí para hablar de eso, de eso que lo hagan lo especialistas del sector, ahora toca ver los fines de semana los particulares horarios que se van a dar en las venideras fechas los fines de semana con partidos todos ellos a partir de las seis de la tarde en plena nocturnidad porque tras ir a los tajos al futbolista de la provincia le toca cumplir con los colores de los equipos que representa, una generalidad dentro de los peloteros de la provincia desde los más militantes en los equipos más modestos hasta incluso algunos que compiten en la categoría nacional.
Otra temporada más de aceituna, esperemos que sea mejor que la anterior por el bien de la provincia, familias y del sector olivarero, en dónde los jugadores no les queda otra ahora que hacer un extra esfuerzo en este trabajo físico ante todo y después con el extra del cansancio acumulado rendir de iguales maneras sobre todos para aquellos equipos en dónde hay otras provincias vecinas, equipos que llegan a la provincia con sus jugadores sin cansancio alguno sin bien se puede decir el viaje algo pesado en autocar como único ápice de excusa, por lo demás siempre se da la particularidad en las categorías provinciales de que hay equipos que rinden mejor en plena campaña.