Opinión | Israel Josué.- Nueva semana y ya está bien de esperar, creo que ya el límite está marcado y yo si fuese jugador en este caso del Real Jaén CF, me plantaría, hasta aquí hemos llegado. Ejemplo claro el que tuvimos la pasada semana con el jugador cordobés Hugo Díaz, al que le deseo lo mejor, que ha destapado con su marcha todo lo que había con la directiva que presidia Rafael Teruel.
La situación económica es insostenible como él manifestaba y pronto serán cuatro los meses y lo que te rondaré morena… de lo que se adeuda a los trabajadores del club representativo de la capital jienense.
La plantilla está cumpliendo, sé que hay muchos forofos que esperaban más de este equipo y tenerlos instalado cómodamente en los puestos de play-offs, pero no cabe otra que recordar lo que se registró en cuanto a resultados y juego la pasada temporada y todo lo que ha ocurrido ha sido a mejor. Este equipo toca el techo con la quinta plaza y por tanto clasificarse y el ganarse una plaza en la próxima edición de la Copa de SM Rey.
Los problemas económicos son evidentes pero no hay que dejarlos ir más allá o de nuevo seremos protagonistas en los medios nacionales por lo malo y no por lo deportivo.
Se me viene a la mente la situación del decano del fútbol nacional o la que vivimos no hace mucho cuando Rafael Teruel cogió a esta entidad en las plantadas de rodillas de once titulares en el comienzo de los encuentros de ese Real Jaén CF, que estaba más desaparecido que con vida. O incluso me voy más cerca hablando en distancia desde la capital y por el hecho ocurrido, la imagen de la temporada se vio en el derbi entre villariegos y marteños, donde los jugadores de Los Villares CF se mantuvieron el primer minuto del partido de juego sentados con manos en las rodillas por lo impagos que sufren estos meses. Una situación esta que tiene muy mal aspecto.
Finalmente no queda otra que la pesadilla que estamos viviendo, porque aquí no se salva nadie y en el seno del Martos CD hemos visto como hay varios jugadores que por lo impagos se han bajado del barco, antes de recibir la subvención del consistorio local, concluyendo con final feliz y esperemos que con este articulo y con el apoyo que aquí le rindo siguen en su empeño de reclamar lo que es suyo por tanto que le pertenece.