Pedro Expósito.- El Atlético Mancha Real firmó la mayor hazaña de su historia al derrotar al Granada CF en la segunda ronda de la Copa del Rey. El conjunto de Pedro Bolaños se hizo grande para apear de la competición copera a todo un Primera División gracias al gol que José Enrique firmaría en la primera mitad, el gran trabajo colectivo y un imperial Lopito que dejó su portería a cero.
Todo apuntaba a festival del Granada CF cuando a los dos minutos comenzaba a volcarse sobre el área del Atlético Mancha Real pero Lopito dejaría un mensaje bastante claro, por ahí no iban a pasar. El meta jaenero se estrenó en el partido primero despejando un balón llegado al área tras una internada por banda derecha del ataque nazarí y después repeliendo su posterior rechace cuando todo apuntaba al cero a uno de los rojiblancos.
Un minuto más tarde, en el tres, cuajaba una gran estirada para mandar fuera un balón con mucha virulencia que salía de las botas de Arias. El primer acercamiento de los manchegos llegaría poco después con un córner botado por Juanma Espinosa que no supuso excesivos problemas para el meta Aarón.
Tras esos minutos de tanteo el Atlético Mancha Real consiguió coger la manija del partido pareciendo ser el equipo de mayor categoría. Se asociaba muy bien tanto por dentro como por fuera el cuadro de Bolaños y no tanto un Granada CF en el que destacaba la solidez y fortaleza defensiva con la que se empleó todo un veterano como Germán.
Le duraba poco el balón al cuadro rojiblanco siendo generalmente Óscar Quesada el que lo administraba por parte verde. Sin embargo el tanto del Atlético Mancha Real iba a llegar con un centro desde la derecha, de Raúl Pérez, que José Enrique acertaba a rematar de primeras con la zurda para sorprender a la zaga granadinita y al meta Escandell que poco pudo hacer para evitar el uno a cero.
Corría el minuto veintiuno y llegaron los mejores minutos de los verdes que incluso dispusieron de una ocasión bastante clara a la contra, conducida por Edu, que no pudo rematar a la red Urko Arroyo.
Crecería poco a poco un Granada exigido al ir por detrás en el marcador pero lo cierto es que ese ligero dominio fue un tanto inane y es que no llegó a inquietar del todo la meta de Lopito. Con lanzamientos directos, disparos imprecisos y balones colgados al área que sacaría bien una trabajadora zaga manchega se llegaría al descanso con los verdes por delante.
Con un triple cambio arrancaba Robert Moreno la segunda mitad. El ex seleccionador español metió en el campo a Milla, Luis Suarez y un Machis que fue la principal amenaza de la meta manchega de ahí al final del partido.
Pero Lopito se iba a mostrar tan seguro o más que en la primera mitad y dejó sin premio a todo el que conseguía inquietar su meta. Una vez soltado ese inicial domino rojiblanco el Atlético Mancha Real consiguió respirar algo e incluso protagonizar alguna ocasión de peligro, tal vez la más clara hasta ese momento de la segunda mitad pudo ser una pena máxima no señalada sobre Urko Arroyo, que fue claramente derribado en el área por Torrente.
Despertaría el Granada, obligado por la situación, que entonces se desmelenaba en ataque para hacer aún más grande la figura de un Lopito que firmo hasta cuatro paradas de verdadero nivel en apenas unos minutos. Pasaba la hora de juego y era el meta jiennenses el que sostenía a los verdes frenando a Machis y firmando una parada felina ante Germán tras la cual tuvo que ser atendido. Para entonces La Juventud ya coreaba su nombre.
El Granada CF buscaba cada vez más el área verde y Robert Moreno acabó por dar entrada a Jorge Molina para juntar arriba como el propio Molina, Machis o Bacca, al que añadió, al más puro estilo Piqué, a un imperial Germán que sin embargo no pudo con la zaga verde.
Pudo sentenciar en el setenta y nueve Pedro Corral, llegando a quedarse delante del meta granadinista con la mala fortuna de golpear mal un balón cuyo destino más factible hubiera sido la red de la portería.
El fútbol no regala nada, lo dejó claro en esa acción y también en los minutos posteriores donde el Granada fue a por todo y dispuso al Atlético Mancha Real metido prácticamente en el área para asistir a todo un bombardeo. Ya sin ideas, y pese a tener sobre el piso a grandes goleadores, los balones buscaban a Germán.
Sufría de lo lindo el Atlético Mancha Real que sin embargo lo supo hacer hasta el final y tras un alargue de más de seis minutos pudo fundirse con su afición en lo que hasta el día de hoy ha sido el hito más grande de su historia.
El Atlético Mancha Real se mete de esta manera en dieciseisavos de final siendo el único equipo de Segunda RFEF que lo ha logrado, algo que le otorga directamente el privilegio de tener que enfrentarse sí o sí a uno de los cuatro equipos exentos por la Supercopa: Real Madrid, Atlético de Madrid, FC Barcelona o Athletic de Bilbao.