Pedro Expósito.- El año 2019 será recordado por siempre en el Estadio San Benito como uno de los mejores de su historia, si es que no es el mejor. El conjunto, presidido por Andrés Salas, conquistó su cota deportiva más alta al ascender a Tercera División como campeón de División de Honor pero de esas mieles han venido los sinsabores de tener que cerrar este exitoso periodo en descenso.
Y es que los de Fernando Campos no se han terminado de adaptar a la categoría nacional y no es extraño, viendo el potencial que, de nuevo, se presenta en el grupo noveno de Tercera División. Sin embargo, para endulzar un poco el final de una segunda parte de año muy dura, se esperaba puntuar en Melilla, en ese ‘partido más largo del mundo’ y no fue así.
Por dos goles a uno, marrando un penalti, cayó derrotado el Atlético Porcuna en unas fechas complicadas para los jugadores no profesionales, que tuvieron que soportar un, de nuevo, infierno de viaje al continente africano.
No obstante en el Atlético Porcuna, pese a la situación actual, deben estar orgullosos por el grandioso año de los suyos. Pueden presumir de haber salido campeón de División de Honor, lograr un ascenso histórico y haber participado en la fase previa de la Copa del Rey, dejando muy buenas sensaciones.
Por delante queda un 2020 que se presenta duro pero que deja esperanza. Veinte partido le restan al conjunto rojiblanco para restar los cuatro puntos que le separan de la zona de permanencia. No todo son malas noticias para un equipo que ha hecho historia y pretende seguir haciéndola.