El Club Atlético Bailén 1808 ha emitido un comunicado oficial en el que manifiesta públicamente su profundo desacuerdo con la resolución dictada por el Comité de Competición tras el encuentro ante el Iliturgi CF, correspondiente a la vigesimocuarta jornada del campeonato liguero.
En dicho encuentro, el jugador del Bailén, Antonio Jesús, sufrió una durísima entrada por parte de Alex Alcázar, futbolista del Iliturgi 2016, que le ocasionó la rotura de tibia y peroné. Una lesión de extrema gravedad que lo mantendrá alejado de los terrenos de juego durante varios meses. Según denuncia el club bailenense, la acción fue castigada únicamente con tarjeta amarilla, lo que ha generado una fuerte indignación en el seno de la entidad.
La reacción de los jugadores del Atlético Bailén ante lo que consideran una injusticia fue respondida por el colegiado con múltiples expulsiones y una redacción en el acta que, según el club, no se ajusta a lo que realmente sucedió en el terreno de juego. Para respaldar su versión, el equipo ha presentado pruebas audiovisuales claras y contundentes, que también se han incluido en la publicación oficial.
Pese a ello, el Comité ha decidido desestimar las alegaciones y ratificar las sanciones impuestas. Como resultado, el partido deberá repetirse en condiciones especialmente desfavorables para el club bailenense: con solo 9 jugadores en el campo frente a los 11 del conjunto iliturgitano.
Desde la entidad consideran que esta decisión supone “una falta de respeto al esfuerzo, la deportividad y la verdad”. En su comunicado, el Atlético Bailén recalca que no solo se está castigando injustamente al club, sino que se están ignorando hechos objetivos que quedan reflejados en los vídeos aportados. Por ello, exigen justicia y transparencia en la gestión de esta situación.
Por último, el club ha dejado claro que no va a quedarse en silencio ante una resolución que pone en entredicho los valores que deben regir el deporte. “Seguiremos luchando por lo que creemos justo”, concluyen, apelando al respeto y a la verdad como principios inquebrantables.
