Pedro Expósito | @pitsux – La temporada del EMD Jódar no está pasando desapercibida, en lo negativo, para nadie. Antaño un equipo rocoso al que era muy difícil ganar este año está sucediendo totalmente lo contrario. Solo dos victorias, diecinueve derrotas y la friolera de noventa goles en contra – más de cuatro goles encajados por partido de media – hacen de los galdurienses los colistas desde que arrancó la competición hasta nuestros días.
Más de treinta jugadores utilizados, de los que solo han jugado en diez ocasiones o más, después el Jódar no cuenta con un once tipo. Seis porteros usados, algo insólito, nueve jugadores de categoría inferior utilizado y hasta cinco futbolistas con un solo partido. Son alguno de los números que maneja Cristóbal Caballero, el entrenador que cada domingo tiene que inventar una alineación nueva. Una situación difícil que puede dar como resultado el descenso matemático del Jódar a Tercera Andaluza en pocas jornadas.
Si a esto le unimos la baja de su jugador más determinante arriba, Ignacio Pipa, por motivos laborales nos encontramos un cóctel explosivo difícil de manejar para los directivos del Jódar que – según me pudieron confesar personalmente – están muy disgustados y preocupados ante este drama para un pueblo con tradición ganadora que ya el año pasado sufrió para salvarse.