Pedro Expósito.- Ahora sin fútbol federado, aunque cuenta con equipo de fútbol sala y acoge a la cantera del Real Jaén CF en su campo de fútbol, Escañuela puede contar que hubo un pasado mejor y en estos momentos de cuarentena y confinamiento en Albero y Mikasa estamos dispuestos a recordarlo.
Corría el año 2012 cuando este pueblo, “pequeños de población, pero grandes de corazón” como reza un cartel a su entrada, celebraba su primer ascenso a Regional Preferente después de conquistar el campeonato de liga en Primera Provincial.
Todo arrancaba unos años antes, cuando en la 2005-06 regresaba a la competición este nuevo SD Escañolense que sustituía al antiguo SP Escañolense que participó esporádicamente a finales de los ochenta y principios de los noventa. Sin apenas éxitos deportivos en el pasado, esta nueva versión del club nacía sin más pretensiones que competir y devolver el fútbol a la localidad.
Esa premisa se estaba cumpliendo, firmando números bastante discretos, hasta la llegada en la 2009-10 de Diego Caro – ahora en el Puente Genil FC de Tercera División – a su banquillo. No obstante no fue en esa campaña, ni en la siguiente, en la que el Escañolense consiguiera deshacerse de ese rol de equipo ganable para convertirse en un club campeón.
Fue en la 2011-12 cuando este equipo terminó de despegar, firmando la sorpresa ganando el campeonato de liga de Primera Provincial, superando a equipos como el CD Alcalá Enjoy, Atlético Jaén, Atlético Mengíbar o Atlético Arjonilla entre otros.
En aquella plantilla campeona destacaron el meta Antoñín, Agapito, Urbano, Alonso, Robles, Arturo o Pablo Alberto Erena, éste último un fantástico delantero que vivía por entonces un idilio del con el gol que le llevaría finalmente a jugar en el fútbol autonómico con el UDC Torredonjimeno. Esa temporada el conjunto escañolense llegaría a jugar las semifinales de la Copa Subdelegado.
Tras esa fantástica temporada el SD Escañolense se puso manos a la obra para tratar de construir el mejor equipo de su historia. El reto era el más elevado que asumía la entidad, el pueblo en si después de todo, y no se escatimó a la hora de reforzarse.
Además de conservar a un gran número de jugadores de los que consiguieron el ascenso, el goleador Pablo entre ellos o el meta Antoñín entre ellos, llegaron a la entidad de Escañuela jugadores como Soto, Pablo, Juanjo, Chesko, Trillo, Fran, Rafa Sánchez, Prieto y Alfonsillo entre otros. Pozo, actual portero del CD Torreperogil de Tercera División, llegaría con la temporada iniciada.
El cuerpo técnico, cuyo verdadero arquitecto era el cordobés Diego Caro, se completaba de nuevo con Fran como preparador físico, Pedro como delegado, Rosillo y Nono como utilleros y Ramiro como fisioterapeuta.
Aquella primera temporada del SD Escañolense en Regional Preferente fue sonada y terminó con un meritorio octavo puesto, siendo solo superado por equipos de la entidad del Atlético Porcuna, CD Navas, Baeza CF, Recreativo de Bailén, Carolinense, Jódar y CD Vilches. Doce victorias, seis empates y doce derrotas fue el balance de los de Diego Caro.
Tras esa 2013-14 el SD Escañolense volvió a la dura realidad del fútbol modesto. Todo lo positivo del pasado pudo volverse negativo y el equipo, que esta campaña estaba dirigido por José María Cidoncha y que sufrió un sinfín de cambios en su plantilla, acabó penúltimo y descendiendo a Primera Provincial.
Las dos siguientes campañas las pasaría el equipo escañolense en la Primera Provincial, que pasó a llamarse en la 2015-16 pasó a llamarse Tercera Andaluza y un año después en la actual Segunda Andaluza. Ni Manuel Jesús Garrido primero ni Ángel Gallego Mateo pudieron conseguir el regreso a la máxima categoría provincial, un hito que quedó reservado a aquellos dos años en toda la historia de un club que desde la 2016-17 no ha competido más.