Pedro Expósito.- De la gloria al infierno. Así fue la película que protagonizó el Linares Deportivo en La Ciudad Deportiva Camilo Cano en el partido de vuelta de la final por el ascenso que se jugaba ante el alicantino equipo de La Nucía. El conjunto de Juan Arsenal saboreó las mieles del ascenso pero en el descuento el dulce se tornó en amargo para firmar una año más en Tercera División.
Y es que el Linares Deportivo consiguió lo que tenía que conseguir allá por el minuto cincuenta y cinco, anotar un gol. Un tanto, de Javi Bolo desde los once metros, que desataba la alegría de los doscientos azulillos que pudieron acudir a arropar a su equipo. Un gol que obligaba a la Nucía a hacer dos para lograr el ascenso.
Lo cierto es que el Linares acabó siendo lo que no es. Un equipo perdido tras los cambios que para colmo se iba a encontrar con el mazazo del empate. Fran Moreno disparaba desde la frontal, Lopito, que no tuvo su mejor actuación de la temporada, no atajaba dejando que David Torres subiera el uno a uno. Corría el minuto setenta, La Nucía creía ya en la remontada.
Con Chendo maniatado por la defensa y sin muchos argumentos, el Linares Deportivo vio como los rojillos iban descaradamente a por el ascenso, obligando a achicar balones a los azulillos. El plan era un tanto insostenible, el tiempo parecía no pasar y el descuento añadía seis minutos más de infierno para los jiennenses.
Y fue precisamente en el descuento, en el noventa y dos para ser exactos, cuando Sanjulián empujaba a la red tras una nueva acción en la que Lopito confirmaba su mala tarde. Éxtasis entre los casi 3.000 aficionados del conjunto local que veían como los suyos ya eran de Segunda División B.
El Linares, lo intentó sin suerte en lo que restaba de descuento, sin embargo le fue imposible. Lamerse las heridas, cargar pilas y planificar la próxima temporada, que será de verdadera dificultad, es lo que le queda a un conjunto que rozó con la yema de los dedos un ascenso que en el grupo noveno no alcanzó finalmente nadie.