Icono del sitio Albero y Mikasa

Fútbol vergüenza

Anuncios

Opinión | @Pitsux .- La estupidez humana no deja de sorprenderme. Voy a confesar que no soy ningún santito y que cuando acudo al estadio de fútbol cada semana mi comportamiento no es cien por cien ejemplar, para qué negarlo. Sin embargo jamás se me ha ocurrido insultar en un partido de alevines, mofarme de una lesión, tirar algo al césped o insultar a un asistente por el mero hecho de ser mujer.

“Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo noestoy seguro sobre el universo” si esto lo dijo Einstein creo que no soy nadie para rebatirlo. Es más, cada día estoy más de acuerdo en esto con el físico alemán. El fútbol, como no podía ser de otra manera, no iba a ser menos en cuanto a estúpidos y su estupidez se refiere.

Comienzo el día con la noticia de que Yasmina Monhand, asistente del colegio de árbitros de Melilla, tuvo que soportar – apuesto que no sería la primera vez – insultos y vejaciones de un jugador, previamente expulsado, que desde la grada mostró su lado más cercano a nuestros antepasados neandertales.

Lindezas como “niña, vete a lavar cacharros que tú no sirves para esto, y cásate” o “quítame la expulsión que esta noche te voy a invitar a salir” fueron algunas reprobables afirmaciones que soltó por la boca Mohamed Omar, el jugador expulsado.

Pero tal vez no sea esta la humillación mayor que tuvo que sufrir Yasmina. El Comité de Competición de la Federación de Melilla entiende estos ataques, desde mi punto de vista sexistas, solo como “un acto de desconsideración y menosprecio” por el cual el futbolista cumplirá tres partidos de sanción y deberá pagar – lo suelen hacer los clubs – la irrisoria cantidad de dieciocho euros. Lamentable.

Para Yasmina es una más. Probablemente este tipo de cosas acaben cualquier día con algún episodio triste que tengamos que lamentar y que será motivo de vergüenza para nuestro bendito país. Solo entonces, con algo que dé la vuelta al mundo, se pongan medidas para acabar con esta lacra.

Entiendo que hay un problema de base cuando ocurren este tipo de actos y ese no es otro que la educación, su ausencia. Si esto falla es normal que se den más capítulos de este serial de “miserias del fútbol” pero es ahí donde tienen que actuar los señores de traje que mandan en las federaciones. Señores, con los que personalmente no estoy muy contento. Otra gota más para colmar el vaso.

Salir de la versión móvil