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Gol en el primer minuto

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Archivo | Albero y Mikasa

OPINIÓN | Pedro Expósito.- Es uno de los mejores domingos de nuestra vida. Sale el sol, pega pero no aprieta del todo. Es primavera. Salta nuestro equipo al terreno de juego, son las ocho de la tarde y el estadio está hoy repleto de aficionados que nos aplauden.

Se da la dicha de que nuestro equipo viene de una mala racha a la que consiguió poner fin el pasado domingo. Aquel partido, en el que parecíamos muertos y el descenso nos saludaba con entusiasmo, lo remontamos como verdaderos héroes. Sí, estaba todo en contra y nos habían expulsado a nuestra estrella cuando había que remontar un dos a cero en el campo de nuestro máximo rival… pero le dimos la vuelta juntos.

De hecho no recuerdo tanta unión en nuestra vida, ni deportiva ni como los amigos que somos también fuera de los terrenos de juego. Lo dimos todo cuando peor estábamos, cuando apenas si teníamos medios para realizar un viaje, pagar un arbitraje y poder saltar al campo cada fin de semana.

Eso pasó y hoy traemos buenas noticias. El club nos ha pagado, tenemos ropa limpia, hay buena taquilla y si ganamos salimos del descenso. Nuestra afición está con nosotros. Quedan apenas cinco jornadas para finalizar la liga y juntos hemos conseguido pasar del farolillo rojo a ponernos a un punto de la momentánea permanencia.

Pita el colegiado, nuestro capitán roba el balón, lo sirve en largo para la carrera del delantero y ¡gol! ¡Salimos del descenso! Todo en apenas unos segundos. Una primera buena noticia que tocaba celebrar ¡claro que sí!

La explosión de júbilo entre nosotros, los jugadores y los aficionados, era tremenda. Era el inicio soñado, pero el míster estaba empeñado en “aguarnos la fiesta”. Era la primera vez que salíamos del descenso en toda esta agónica temporada pero nuestro entrenador tenía razón. ¡Quedaban más de 90 minutos por jugar! Y después de este partido vendrían cuatro más que, de no ganarlos, harían inane esta momentánea celebración.

El técnico, todo un novato de los banquillos que aprendió junto a nosotros de los sinsabores del fútbol, nos pidió calma, que estuviéramos juntos, que no nos confiáramos y que no escatimáramos en el esfuerzo. “¡Solidaridad con el compañero!” nos arengaba en el vestuario en el descanso.

Ese partido lo ganamos. Y lo hicimos juntos. Como en la actualidad los andaluces le estamos plantando cara al COVID-19, como el resto de los españoles. Pero no hay que olvidar que el equipo sigue a un punto del descenso, que seguimos sin poder confiarnos, que debemos acatar la palabra de nuestro míster y nuestra directiva y que si uno solo deja de remar, nuestro barco se hunde.

Por eso me dirijo a vosotros, con esta analogía de la lucha del COVID-19 con la pelea por evitar un descenso que será más o menos acertada, para, en mi medio natural que son las letras y el fútbol, deciros que esta victoria nos tiene que hacer fuertes pero nunca relajarnos. La lucha continúa, nos quedan más partidos y solo juntos vamos a superar esta situación adversa.

A todos nos está costando quedarnos en casa, no ver a nuestros compañeros de vida, incluso que no ruede el balón pero venceremos este impulso de irse a la calle y esto nos hará más fuertes.

“Combatirse a sí mismo es la guerra más difícil; vencerse a sí mismo es la victoria más bella” Friedrich von Logau

Último parte oficial del día 23 de marzo | Junta de Andalucía
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