Pedro Expósito.- Hace unas horas publiqué un comentario en redes solamente para desahogarme. Los que me conocen saben que mi manera de soltar lo que siento es través de un teclado y no con palabras habladas, que tal vez podría resultar más fácil para otras personas. Para mí no.
He sentido soledad, hastío, incomprensión y sobre todo que no tenía ganas de seguir dedicando mi tiempo a esto. Y lo he tenido que soltar. A lo mejor la gota que ha colmado el vaso es una simple chorrada, pero ha sido la que ha derramado por el suelo toda la ilusión que a diario tengo por contaros cosas.
Pero bueno, al final mi actitud siempre ha sido la del tipo que siempre trata de sacar el lado bueno de las cosas y hoy habéis tardado muy poquito en demostrarme que este trabajo que yo hago, porque me sale de dentro, sí le merece la pena a alguien. A mí el primero, pero es que observo que a vosotros también.
Que alguien diga que lo primero que hace al día es entrar en mi web a ver qué hay de nuevo en nuestro fútbol llena. Que gente más mayor eche de menos que en su día nadie hablara de ellos y que no pudieron tal vez sentirse importantes como ahora sí lo sienten otros, llena. Que personas de otras provincia me escriban para decirme que ojalá en las suyas hubiera algún medio que le dedicara verdadero interés al fútbol provincial como el mío, llena.
Llenan los whatsapps de gente que hacía años no hablaba con ellos y que sigue mostrando apoyo en estos momentos. Los comentarios en redes de verdadera gente de fútbol (aficionados, entrenadores, futbolistas, directivos, periodistas…) a los que considero amigos llenan y los mensajes de ánimo que no han parado de llegar, también llenan.
Es por eso que este comentario de agradecimiento es para vosotros, que todos sabéis quienes sois y qué nos une. Y eso no es otra cosa que el verdadero amor por lo que hacemos:
Los directivos sacando dinero de debajo de las piedras, los buenos aficionados bajando al campo a arropar a los suyos, los entrenadores haciendo encaje de bolillos cada semanas, los jugadores con sus vidas y sus historias que tienen que dejar de lado cada domingo para pensar solo en fútbol, los equipos arbitrales con las que tienen que tragar, los periodistas haciendo una labor genial a diario y yo tratando de contarlo también a mi manera.
No une el fútbol, nos hace entendernos el respeto.
¡Larga vida al fútbol modesto!
¡Gracias!