Pedro Expósito.- El modesto Mogón, uno de los pocos equipos que juega aún en campo de tierra, consiguió el fin de semana pasado el ascenso a Segunda Andaluza. Un hecho histórico para este club situado en uno de los núcleos urbanos pertenecientes a Villacarrillo. Juan Antonio Jiménez, su entrenador, tiene un gran porcentaje de culpa de que esto haya sucedido. El técnico de Villacarrillo ha sabido construir, con el apoyo de su directiva, un equipo que sobre el albero del Polideportivo de Los Valles han sido verdaderos guerreros.
“Con mucho sacrificio, mucho trabajo, mucho compromiso de los chavales, que realmente les gusta el fútbol sin recibir nada a cambio, económicamente. Reciben a cambio esta alegría tan grande que, entrenamiento tras entrenamiento y partido tras partido, se ha ido consumando poco a poco hasta que el domingo se pudo hacer realidad en Orcera, ganando por dos a tres” declaraba Jiménez a José Ángel Mañas a través de las ondas de Radio Villacarrillo.
Definió a su equipo como “un equipo incómodo, que puede ganarle a cualquiera igual que puede perder” asegurando que “el equipo que le gane al Mogón tiene que sudar la camiseta” una mezcla de ingredientes que ha hecho que los verdiblancos sean equipo de Segunda Andaluza. “Nadie daba un duro por el Mogón desde primera hora, desde que empezamos a montar el equipo en agosto, y a falta de cuatro jornadas somos equipo de Segunda Andaluza” espetaba.
Sobre la particularidad de jugar en albero, el técnico villacarrillense expresó que le “gustaría jugar en césped pero también es un hándicap para nosotros el hacerlo en albero y una dificultad extrema para los equipos que vienen a jugar aquí” afirmando que, a día de hoy, Los Valles es un fortín que hay que aprovechar. Al igual que, por cercanía, el equipo se entrena en Villacarrillo, sobre césped, cuando le toca actuar como visitante.
No se mostró tan conforme con el estamento arbitral. Al ser cuestionado por sus reiteradas denuncias públicas a través de las redes sociales, Juan Jiménez reconoció que “todos nos equivocamos, yo como entrenador en los planteamientos, el futbolista que falla un gol delante del portero o el portero que hace una cantada y le meten un gol” aunque precisó que “bajo nuestro punto de vista, no eran errores arbitrales puntuales. Queremos pensar que estaban condicionados por algo”.
También hubo tiempo para destacar a uno de sus jugadores, Pedrito, que con treinta y ocho años es el máximo goleador de la categoría. “Lleva diecinueve goles a falta de cuatro jornadas, esperamos que pueda ser el pichichi” finalizó.
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