Pedro Expósito.- El Sevilla FC visitará por tercera vez en toda la historia de la Copa del Rey el Estadio Municipal de Linarejos y lo hará para medirse al Linares Deportivo en la ronda de dieciseisavos de final. Este partido ha generado gran expectación entre la parroquia linarense que sin embargo nunca ha visto a su equipo derrotar al hispalense en esta competición.
Tenemos que remontarnos a noviembre de 2002 para ver el primer envite entre un equipo de Linares, en esta ocasión el extinto CD Linares, medirse al Sevilla FC en terreno minero. En aquella ocasión, el cuadro hispalense que dirigía Joaquín Caparros, vencía al de Vicente Carlos Campillo en la ronda de dieciseisavos de final.
Aquel 6 de noviembre de 2002 el CD Linares, que militaba en Segunda División B, aguantó con el marcador a cero más de una hora de juego siendo Antoñito el autor del cero a uno. Tomás, en el ochenta y cinco, hacía el cero a dos y Serrano, de penalti, el uno a dos con el que se llegaba al final.
Se da la anécdota de que en aquella temporada, en la ronda previa a ésta, el Sevilla FC venía de haber eliminado al Real Jaén CF en La Victoria, llegando a este partido el CD Linares tras haber dejado en el camino al CD Leganés y al Mérida.
El siguiente paso del Sevilla FC por Linarejos se vivió no hace mucho y ya midiéndose al equipo minero bajo su actual denominación, Linares Deportivo. Sería en la temporada 2020-21, concretamente en la segunda ronda, cuando el cuadro de la capital andaluza pisara terreno linarense para ganar por cero goles a dos.
En esta ocasión este partido se disputó el 5 de enero siendo Julen Lopetegui el responsable del primer equipo sevillano, de hecho lo ha sido hasta hace bien poco, y Alberto González el que ya poblaba el banquillo de los linarenses.
Perejón, Rodri y Hugo Díaz son los supervivientes de aquel duelo en el que se midieron a jugadores que siguen en el Sevilla como son Bono, Oliver Torres, Gudelj, En-Nesyri o Rakitic entre otros, siendo en aquella ocasión Óscar Rodríguez, en el cuarenta y cuatro, y Lara en propia puerta en el cuarenta y siete, los anotadores del cero a dos.
