Opinión | Israel Josué.- Esta semana, en mi artículo de opinión, he querido centrarme en los recintos deportivos, en concreto en los estadios de fútbol, aunque en uno en particular que ha vivido una reconversión impresionante este último año.
Esas instalaciones deportivas que acogen los numerosos partidos que se celebran cada fin de semana, a lo largo y ancho de nuestra provincia, y que necesitan mejoras como las que se están llevando a cabo en el Estadio Municipal de Linarejos. La reciente llegada del video marcador está despertando la crítica ya sea buena o mala de los aficionados mineros.
Que los estadios van en función a la categoría que regenta el club de la población no nos cabe ninguna duda, ya que cada vez que se escala categorías superiores se intentar dar un “lavado de cara” al estadio de fútbol, tanto en el interior del recinto como en los exteriores, para que esté a la altura del resto de complejos de su misma categoría.
Cuando llegamos a una categoría tan importante como es la de bronce del fútbol español, queda patente estos cambios. Linarejos ha sufrido una reconversión en todas sus zonas del estadio (graderío, banquillos, sustitución del terreno de juego, anexo, pintado, decoración de torretas de luz, entre otros).
La última adquisición para el estadio es la de un video marcador, esto supone un salto de calidad a un emblemático campo del fútbol nacional como es Linarejos. Recuerden que por aquí han pasado históricos como el Athletic Club, Racing de Santander o UD Las Palmas, entre otros.
La puesta en marcha de este marcador informatizado ha sustituido al marcador manual, el que desde que tengo uso de razón se ha tenido en los campos cambiando los paneles numéricos, pero a la afición, como decimos no le termina de agradar, ya que no se muestra el tiempo de juego, algo fundamental para controlar desde fuera del césped lo que queda por disputarse, por ejemplo.
Poco o casi nada le queda ya a Linarejos por adaptarse a la actualidad en cuanto a instalación se refiere, si acaso los tornos de acceso para hacer un mejor control de entradas de acceso al recinto pero eso solo es exigente a partir de la liga profesionalizada y supondría un coste bastante fuerte para el club minero. Por eso ahora que está todo como nos gusta solo queda acostumbrarse y disfrutar de los partidos de uno de los dos representantes en el fútbol de la Segunda División B.