Opinión | Israel Josué.- Llegamos a esa fecha señalada por tantos niños, y los que no lo son tanto, la llegada de S. M. Los Reyes Magos. Y es que por pedir que no quede y este es el momento. En cuanto a nuestros equipos, deberes cumplidos en algunas entidades y otras están en ello.
El Linares Deportivo se encuentra momentáneamente con un colchón sobre la quema del descenso y a la espera de algún refuerzo que algún Rey Mago, por la evidente salida de Francis Ferrón, pueda traer. El Real Jaén por su parte necesita un plus para conseguir lo que todos los aficionados lagartos quieren ver. Esto no es otra cosa que partidos buenos para meterse en la lucha por el ascenso a la liga Adelante ya que, ante los rivales de arriba o llamados por encima de él no ha conseguido sacar la victoria frente a ninguno y, de esa forma, es complicado jugar el ansiado playoff por la promoción.
En Tercera están muy bien los hombres de Juan Arsenal, metidos en ese playoff que anhelan jugar, al igual que los chicos del Los Villares, cómodamente alejado del descenso. Es por tanto el Martos CD el que tiene la carta más larga para los Reyes en cuanto al capítulo de fichajes se refiere para acercarse a la meta obtenida la pasada temporada.
Por su parte en Andaluza, estamos muy concentrados todos los jienenses y en la zona alta en un fin de semana atípico en la competición donde se pudieron ver el pasado y primer fin de semana del año dos derbis entre los cuatros representantes provinciales. Mientras que el Villacarrillo ha anotado el traer triunfos a casa y revertir la situación lejos de tierras villacarrillenses.
El resto de equipos de la provincia han pedido mucha salud y que le respeten las lesiones a este nuevo año y que sus canteras sigan nutriendo de peloteros al primer equipo para conseguir estar lo más arriba posible en las competiciones.
Que reine el Fair Play y que padres, familiares, amigos y afición acudan a los campo de la provincia para ver jugar a sus equipos.
Sin nada más me despido Melchor, Gaspar y Baltasar, ¡espero que os acordéis de mí!