Pedro Expósito.- A Manuel Moreno ‘Rizos’ no le duelen prendas al reconocer a José Jesús Aybar como todo un maestro de entrenadores. Lo hace siempre que se le cuestiona y con más motivo aún si los caminos de la Tercera División los cruza. Sucedió en la jornada del miércoles en el Estadio de la Juventud. El maestro y el alumno aventajado se vieron las caras al mando de Antequera CF y Atlético Mancha Real en un duelo que finalizó con dos a dos en el marcador.
No eran las mejores condiciones para medirse, partido entresemana y una temperatura que ya no acompaña tanto como hace unos días, pero el enfrentamiento dejo muy buenas sensaciones a la grada. Fue un choque intenso, con dos equipos batiéndose el cobre por dominar y al que acudieron los goles, el verdadero sentido del fútbol sea de la categoría que sea.
Tras unos primeros minutos algo locos en los que la disputa del dominio del esférico fue feroz y se dio alguna que otra ocasión de gol para ambos bandos, sin embargo sería el Atlético Mancha Real y sobre todo la figura de Albertillo, que regresaba al once titular, el que cobraría protagonismo y estaría más cerca de conseguir abrir el marcador, algo que no llegaría a suceder en toda la primera mitad.
Sin goles en el primer acto caerían como tormenta de verano hasta cuatro en el segundo. Y pegaría primero el Atlético Mancha Real, que estaba haciendo méritos para ello. Un Manu Castillo en un momento envidiable de forma sería el encargado de hacer el uno a cero para los manchegos apenas dos minutos después de volver de vestuarios.
Se las prometía felices el Mancha Real que incluso vio como los chicos de Aybar parecían noqueados. Nada más lejos de la realidad, los antequeranos hicieron gala del gran talento que atesora su plantel y con la figura de Iván Aguilar como goleador consiguieron empatar la contienda. Corría el minuto sesenta y uno.
Apretaba el Antequera, avisaba con Cala y acabaría por ponerse por delante aprovechando un mal pase atrás de la zaga manchega para que Joselillo, a ocho minutos del final, pusiera el uno a dos que sembraba la duda en la parroquia local. No obstante el Mancha Real se puso el mono de faena, tiró de garra y casta y asedió el área visitante.
La insistencia tendría premio. Un rechace en el área cazado por Carmona, como de costumbre muy activo tanto en defensa como en ataque, iba a significar el empate a dos que obligaba a repartir los puntos sobre el verde de La Juventud ya que no habría tiempo para mucho más al llegar este tanto a dos minutos del final.
Tablas que dejan un sabor agridulce a ambos conjuntos, llamados a ser de los principales en la lucha por el ascenso a Segunda División B. De momento, y a falta de disputarse el resto de la jornada, Mancha Real y Antequera dormirán en la octava y sexta posición respectivamente.