Pedro Expósito.- No era un día cualquiera en el fútbol provincial. Se medían en la ciudad de Linares los eternos rivales del fútbol de nuestra provincia en versión filial. Puede parecer un abuso de interés ante un partido de filiales pero la vuelta del Linares Deportivo, el mayor, a Segunda División B esta temporada hace que también vuelvan los derbis ante el Real Jaén CF en la categoría de plata, por tanto este encuentro sirvió como anticipo de lo que nos espera.
Eran conscientes en Linares y en la directiva que rige al Linares Deportivo que no dudó en sacar a su filial del anexo para llevárselo a todo un templo como es el Estadio de Linarejos. Con césped nuevo, graderío remozado y unas cuantas obras de adecuación realizadas – faltan muchas otras – el coqueto estadio linarense se presentaba como un reclamo más para este partido que consiguió llevar a más de mil trescientas personas a la grada. Hablamos sin datos pero estamos seguros de que podemos estar ante un record de asistencia a un partido normal de Segunda Andaluza, al menos de los últimos años.
Si tenemos en cuenta que solo son dos equipos filiales la cosa cobra más importancia si cabe. Y es que en Linares, y en Jaén, hay ganas de volver a ver un duelo que paraliza ambas ciudades y que tiene a todo el fútbol de la provincia pendiente. Un duelo que no se va a vivir primero en Linarejos – será el próximo mes en el Estadio de la Victoria – pero que, como se pudo apreciar ayer, levanta pasiones per se.
Este mini derbi no ha servido más que para abrir boca antes de un par de duelos apasionantes que seguro no dejan indiferente a ningún amante del fútbol provincial. Aperitivos como estos son los que nos hacen pensar que no será algo que no resulte inolvidable.
En esta ocasión ganó el Linares pero sobre todo ganó el fútbol provincial. El fútbol de Jaén sigue respirando.