Pedro Expósito.- Si comienzo a escribirles sobre Raúl Olid Valero tal vez ustedes no tengan ni idea de quien estamos tratando sin embargo si digo Pichi, la cosa cambia. Y es que a este futbolista de Santisteban del Puerto lo conoce la práctica totalidad de la provincia y no es para menos, ya que su calidad tanto futbolística como humana incluso traspasa las fronteras de nuestra Jaén para trascender, al menos, a la parte oriental de Andalucía.
Todo tiene una explicación y cuando hablamos de Pichi lo hacemos de un importante futbolista que, a día de hoy, milita en el CD Navas de División de Honor Andaluza. Un tipo que, como nos cuenta Alfonso López Simarro, uno de sus pasados entrenadores, “cuando conoces, no puedes imaginar el enorme jugador que ahí se esconde”.
Diecinueve partidos disputados hasta la fecha en su primera experiencia en el fútbol autonómico, diecisiete como titular, en los que ha anotado nueve tantos y ha sido la referencia del CD Navas, ha sido motivo más que suficiente para que más de un director deportivo haya anotado su nombre en la agenda de futuribles, además de suponer un quebradero de cabeza a todos los entrenadores que lo tienen que sufrir.
“No puedes hacerte ni la menor idea del enorme talento que tiene, de la enorme calidad que posee. Su apariencia, en cuanto a su físico y su forma de ser – bastante introvertida – no hacen ni siquiera pensar que detrás de él se esconde uno de los mejores, si no el mejor, jugador que he tenido jamás” nos revelaba Alfonso López Simarro, actual entrenador del CD Vilches.
Su fútbol es de los que enciende a la grada, de los que hacen pensar que con la bola en su poder pueden pasar cosas – de hecho es lo que se espera cuando la recibe – sin embargo su carácter le impide destacar solo por su calidad, y es que Pichi tiene un tremendo sentido de jugador de equipo. “Juega y hace jugar al que está al lado, generoso, solidario, siempre el equipo por encima de él” afirma su actual entrenador, Juande Peralta.
“Cuando lo conoces es imposible no admirar la humildad que tiene. Sin duda un jugador que con un carácter más egoísta debiera ser de categoría superior” reconoce Rafa Perales, actual entrenador del Martos CD y que junto con Pichi conquistó la temporada pasada la liga y la copa.
Simarro, considerado uno de los mejores técnicos de la provincia, nos habla de su juego. “Es capaz de salir de entre varios contrarios en un espacio reducido, es capaz de ver y dibujar un pase que nadie había visto, es capaz de hacer de una jugada sin peligro una situación de gol, crea superioridad numérica con una facilidad enorme”.
“Pichi cuando lo ves jugar destaca por su visión de juego, último pase, llegada al área y definición…no acabaría de definir la calidad técnica que tiene” añade Rafael Perales.
Coincide en destacar su visión de juego su actual entrenador, Juande Peralta. “Pichi es dinámico, desequilibrante, rápido en la ejecución y sobre todo en la toma de decisión. Ve la siguiente acción antes de recibir el balón” sentencia.
Antes que su entrenador, Juande Peralta fue uno de los técnicos que más se rompieron la cabeza en tratar de frenarle. “Había oído hablar muy bien de él, incluso lo había padecido como rival, pero nada como verlo entrenar y jugar. Es ese tipo de jugador por el cual merece la pena pagar una entrada” revelaba.
Con estos argumentos se hace extraño que el techo de este futbolista de 26 años esté en División de Honor sin embargo quienes lo conocen saben perfectamente su historia. “En su debe, le falta algo de carácter. Es una pena que por esto y su situación geográfica no esté en superior categoría” comenta Juande Peralta.
No obstante la clave parece darla Alfonso López Simarro, un técnico que ha intentado sacar lo mejor de este menudo futbolista cuyo nombre empieza a retumbar, algo tarde, en clubs de superior categoría. “La enorme pena de Raúl es no haber dado en los primeros años con un entrenador que le conociera y darse cuenta de su personalidad. Es una persona frágil mentalmente, un jugador que si no siente el cariño de su entrenador y de la plantilla, baja mucho su rendimiento” confesaba.
“Raúl es como un niño pequeño, al que hay que querer y hacer que los compañeros le quieran. Si el entrenador lo consigue, como yo lo hice cuando le tuve, el rendimiento de Pichi crece enormemente porque es capaz de hacer cosas que solo él sabe. Cosas que firmaría un jugador en cualquier categoría superior. Sólo puedo decir, que me alegro enormemente, de haberle tenido como jugador” finalizaba.