Opinión | Israel Josué.- Semana de alegría lo largo y ancho de la provincia jiennense. Bien podría parecerle, el título del artículo de esta semana, una campaña publicitaria de una conocida marca de cerveza, pero no. Donde voy es que esta semana se ha vivido la fiesta de la reinauguración del remodelado Campo de Fútbol de una ciudad patrimonial como es Baeza.
Hace un par de semanas también conocimos que en Castellar, en la comarca del Condado, para el mes de mayo se espera que se cuente con unas instalaciones dignas que relanzará el fútbol en dicha población dos décadas después. Jabalquinto tampoco quiere quedarse atrás en cubrir su terreno de juego de césped de última generación, lo que hará que se sumen muchos más niños a las escuelas municipales y que Jabalquinto vuelva al fútbol federado. Otra población que ya empezado la cuenta atrás para reconvertir sus vetustas instalaciones es el Municipal de El Casillero de Chilluévar.
Sin embargo la realidad es que todavía quedan poblaciones que no están a la altura del Siglo XXI y se han quedado ancladas en el pasado. Ese ejemplo lo podemos encontrar en la localidad de Cortijos Nuevos. El campo del Montizón es un suplicio para el mundo del fútbol, ya que cada vez que el equipo tiene que disputar encuentros como local tiene que ingeniárselas para poner el terreno de juego lo más vistoso posible, pintando el terreno de juego con la cal como era de antaño, adecuando el albero de la mejor manera posible y si hay charcos eliminando los mismos con una sopladora.
Este fin de semana el equipo mostró una pancarta con el lema de “Justicia Deportiva” y es que como un aficionado a este deporte me comentó hace unos días decía “tenía que estar prohibido jugar en este tipo de campo” lo que está claro es que cada balón dividido, resbalón, caída y demás circunstancias que puedan darse durante un enfrentamiento supone ya un riesgo para la integridad física de los jugadores con señas de guerra. Solo cabe esperar y dar notificación a todas las partes encargadas como autoridades y dirigentes, si ya no lo saben, parar tratar de modernizar las instalaciones y que estas sean acordes a los tiempos de hoy en día. Que la Comarca de Segura merece que la transformen en realidad.