Pedro Expósito.- Rafael Ortega, primer entrenador del Real Jaén CF “B”, no pudo ocultarlo, estaba decepcionado con la derrota de su equipo en el Mini Derbi de filiales que le midió, ante 1300 personas que abarrotaron la tribuna de Linarejos, al Linares Deportivo B.
El preparador capitalino gozó, como todos los asistentes a este partido, de un choque vibrante pero la actuación del árbitro no pasaría desapercibida ni para el joven técnico ni para el devenir del partido ya que según sus propias palabras Plaza Molina, colegiado del encuentro, “no estuvo a la altura”.
Las palabras de Ortega, hoy publicadas por el Diario Ideal Jaén, fueron refrendadas por el propio árbitro del colegio ubetense que al parecer al término del partido se dirigió hasta el preparador blanco y le pidió perdón al entender que se había equivocado. “La falta fue muy clara y el árbitro llamó a Pollo para mostrarle amarilla pero, cuando le vio el dorsal y vio que le iba a costar la expulsión, se arrepintió y no lo expulsó. Hasta el vídeo demuestra cómo el entrenador local se ha dado cuenta” afirmó el técnico.
“Después de que acabara el partido el árbitro me ha pedido perdón. Me ha dicho que todos cometemos errores y que le había tocado a él. La verdad es que es algo que ha molestado en nuestro club, tanto la decisión como las declaraciones posteriores” culminaba Ortega.
Lo cierto es que el Linares Deportivo se llevó el encuentro por dos goles a cero y que Samu Urbano fue justamente expulsado antes de los goles azulillos pero nunca sabremos qué hubiera pasado si el error arbitral no se hubiera cometido, de ahí el enfado de los blancos.
Vengo a dar mi opinión reveladora respecto a este entrenador, queda muy crudo «el árbitro me pidió perdón», pero (no soy samuel molina plaza), soy árbitro, le he arbitrado esta temporada y os ofrezco la realidad.
Se trata de un entrenador de mucho caracter, los árbitros aunque nos tomen por inútiles en base a errores que decantan un partido, y resulten todo lo previsibles del mundo, somos personas, y más en estas categorías de formación en las que casi todos se encuentran en periodo de aprendizaje. Este entrenador va acumulando los fallos del árbitro para luego venir a reclamar de buenas maneras, el contraste de opiniones respecto a la decisión que el árbitro toma, y se pueda considerar objetivamente como un error arbitral. Se presenta en el vestuario con su delegado de equipo, comenta el error de buenas, y a medida que se le quiere tratar bien, va estallando en ira, en un estado más que intimidatorio y abusivo, que la única solución que te quiere dejar a ofrecer es reconocerle «perdóname soy humano, y puedo cometer errores, no te pongas así», en el juego psicológico devora a todos los colegiados neófitos. Cuando realmente el trato debiera de ser, «No hay nada que discutir, usted no puede entrar al vestuario, relájese o se verá expulsado del partido.»
A cada partido que vea un error arbitral o que el nivel de permisividad le haya perjudicado a su equipo, recurre a la misma sistemática, consulta al vestuario del colegiado y su sucesiva transformación premeditada en Hulk, el árbitro ante esta situación lo que impera es que su interlocutor no se flagele en la exagerada ira homicida que rápidamente porta con un brusco cambio de humor, para al final siendo el colegiado la víctima y el culpable de todo.
Por desgracia lo que les falta a los árbitros de la provincial es saber impartir su autoridad con credenciales, no a base de mutilar equipos con tarjetas, sino sabiendo justificar las decisiones que se toman, y haciéndose de respetar como personas serias y que saben lo que hacen, a la mínima que un nuevo ascenso o un árbitro sin autoridad se muestre impasivo ante una protesta o poco resolutivo ante un conflicto medio, a ese árbitro ya se lo han comido y ha perdido todo el respeto y el control.
Es muy fácil criticar la labor de los árbitros, pero hay que tener huevos de ponerse en su lugar, aguantar el chaparrón, y hacerlo mejor o peor determinará quién se pudre pitando en la provincial toda su vida, respecto a los clubs, por muy malos que digan ser los árbitros, una vez te perjudicarán y otra te favorecerán y al final de temporada se ve claramente, qué equipos ascienden o descienden de 1a Andaluza y qué árbitros descienden o ascienden.
Saludos
Solo podemos decirte que gracias por este comentario. Cosas así, suman.