Opinión | Pedro Expósito.- La historia la escriben los vencedores. Los que llegan, ven, cobran y se van. Poco importa lo que pase o no pase. En realidad solo vale, y solo queda, lo que redacta el que nunca pierde. No, no es una crítica al arbitraje y no, no tengo nada en contra de ese colectivo encargado de impartir justicia en los estadios. Lo que sucede es que, como personas que somos todos, más de una vez estos señores se pueden – deben hacerlo si son humanos – equivocar y ante eso, los clubs, están desamparados. No hay posibilidad de minimizar el error. No cabe recurso. No hay nada que haga cambiar lo que se redacta en el acta.
Os pongo en contexto. Escribo esto en solidaridad con el CD Villanueva. Conozco de buena tinta la historia, la he sufrido también en mis carnes, es por eso que lo hago extensivo a todos los clubs. Unas veces somos víctimas y otras realmente culpables pero lo que mosquea es que solo se tiene en cuenta una versión, la reflejada en el acta.
Se van a reír. Sí, es un ejemplo muy exagerado el que os voy a redactar a continuación. Un supuesto rocambolesco que no hace más que confirmar que, ante un extremo que por raro resulte parecer imposible, el Comité de Competición se va a dedicar a impartir justicia a tenor de lo que ponga en el acta. Si en el acta pone que han caído quince meteoritos, ha bajado un extraterrestre de una nave y se ha liado a tiros con el árbitro asistente, el Comité, a buen seguro, va a poner una enorme sanción a ese club que deja que sobre su césped aterricen aliens, caigan meteoritos y se le dispare con rayos laser al asistente número uno. Es así. Tenemos que reírnos por no llorar, pero es así.
Durante esta temporada, en la que más en invertido tiempo en el seguimiento de las actas – sobre todo de Segunda Andaluza – he podido observar que los clubs, ejerciendo su derecho a réplica, han enviado numerosos recursos contra sanciones que se entiende desmesuradas o actas con fallo en la redacción que faltan a la verdad. Todas, os puedo asegurar con datos que todas, han sido desestimadas. Repito, solo vale lo redactado por el árbitro principal. Su versión.
He visto numerosos partidos esta temporada y atisbo el fallo. Para un colegiado a la hora de rellenar un acta, si un jugador va con la mano alzada a protestar una decisión, es sinónimo de intento de agresión. Puede que el jugador solo esté malhumorado – yo también he jugado al fútbol y lo entiendo perfectamente – y su intención no sea la de agredir pero, amigos, eso en el acta va a significar un intento de agresión con su consiguiente sanción, no solo con partidos sino que además es económica. Es un ejemplo más, uno de los miles que se pueden dar en cada campo de fútbol del mundo, de que algo hay que cambiar. Y repito, no es culpa del árbitro, es de quien pone su visión de lo sucedido como verdad absoluta, obviando pruebas. Así estamos.